¿Qué hacés cuando las cosas no salen como esperabas?
Todos alguna vez elegimos mirar hacia otro lado y evitar asumir la “culpa” por cosas que eran meramente nuestra responsabilidad. Y el que nunca lo haya hecho, que tire la primera piedra (o el primer comentario ?)
Y me hace querer reflexionar:
? ¿No es mejor hacernos responsables de nuestras decisiones y afrontar lo que venga como sujetos activos de nuestra vida?
? ¿No es mejor ser protagonistas de nuestra propia vida?
Y si llega a suceder que te das cuenta de que no estás viviendo en el logro… ¿Te hacés cargo o también decidís observar de lejos y que la vida siga “su rumbo”? Y lo digo entre comillas porque en realidad el rumbo es tuyo y lo elegís vos.
Porque hasta cuando terminás por no tomar una decisión/ una posición o no responsabilizarte a vos ni a nadie: Estás decidiendo. ?
Entonces, ¿Por qué no decidir por vos? ¿Por qué no poner el foco en lo que realmente querés?
? Como siempre digo, la vida es muy corta como para no poder disfrutar de lo que hacés. Si buscabas una señal para tomar las riendas de tu vida, ¡Es esta! Apagá el piloto automático y salí a manejar tu vida como VOS quieras.
Y si estás transitando ese momento y te hace sentir -mal- el pensar en realizar un cambio de tal magnitud (para algunos puede ser grande, para otros pequeño): que tus emociones no te limiten.
? No digo que no te permitas sentir lo que sentís, porque en realidad es importante que puedas aprender a transitar las emociones que se atraviesan en las distintas circunstancias…
Pero igual de importante es aprender a GESTIONARLAS ? y no permitir que se apoderen de vos y tomen el control de tus días ¿Por qué digo esto? Porque, a veces no lo tenemos en cuenta, pero un mínimo cambio en nuestros hábitos puede hacer la diferencia.
? Es muy importante -en mi opinión- ser conscientes del poder de nuestros hábitos y de cómo, con un pequeño cambio, pueden potenciar o entorpecer nuestro camino. Prestá atención a tu gestión del tiempo, cada tanto, preguntate:
? ¿Estoy cumpliendo con mis metas y obligaciones?
? ¿Estoy perdiendo el tiempo trabado en algo?
? ¿Estoy viviendo la vida que quiero o la que me convencí que “puedo” vivir?
Esta última pregunta me parece muy importante. Porque muchas personas se limitan a pensar que ciertas cosas no son para ellos, que no pueden darse tal o cual gusto, que no pueden dedicarse a lo que les apasiona, etcétera.
Si te pasa eso: ¡No te pongas más límites! ? Si querés saber si no vas a poder o si no es para vos, lo que podés hacer es COMPROBARLO. ¿Cómo? Entrando en acción.
? Antes de irme por las ramas, volvamos a las preguntas: Después de responderlas, analizá tus hábitos. Los buenos y los no tan buenos, porque todos tenemos algunos de los que no nos enorgullecemos ? peeeeero terminamos por hacerlos igual, hasta que la lamparita se prende y decidimos que es hora de pensar en nuestro crecimiento.
Bueno, acá está tu lamparita: ?. Y hoy la prendo por vos para que puedas ver con claridad lo que querés y, más importante, lo que necesitás para tu vida.
Así que, antes de terminar, te propongo:
? Hacerte cargo de lo que pasa en tu vida. No dejes que los demás adquieran más autoridad por delegarles la responsabilidad de lo que te compete solo a vos.
? Fijarte cómo estás manejando tus hábitos, ¿es la vida que querés o necesitás un cambio?
? Potenciar tus ganas de crecer. No rendirte ante un tropezón (que no es caída!) y que te ayude a abrir la cabeza, fortalecer tu creatividad y donde otros vean problemas, vos encontrá POTENCIAL para seguir.
? Y lo más importante: Ir por lo que realmente querés. Cumplir todas tus metas sin miedo al qué dirán.